martes, 12 de noviembre de 2013

Entrevista a Pau Bellido

El otro día tuve el placer de entrevistar a Pau Bellido, gran profesional de la fotografía castellonense. Puedes leer nuestra conversación a continuación:


“El objetivo de cualquier #fotógrafo es y debe ser ofrecer un producto distinto al que circula habitualmente”

 
Pau Bellido Paricio (Castellón, 25 de noviembre de 1974) es un fotógrafo castellonense. Pese a pasar casi desapercibido para el gran público, trabaja en la agencia ACF Fotografía junto a dos compañeros: Carme Ripollés y Ángel Sánchez, y sus fotografías aparecen diariamente en medios de comunicación y empresas como Levante de Castelló, el FIB, Marzá, Grupo Porcelanosa, Villarreal CF o CD Castellón. Actualmente, en la galería Cánem de Castellón se expone una instantánea del fotógrafo castellonense dentro de la muestra colectiva “Drape The Draps”, concretamente de la instalación “Vaya toalla” del FIB Art 2009. Esta fotografía es una reflexión artística en torno a los límites territoriales y la creación de símbolos de identidad. Esta exposición estará abierta hasta el próximo 10 de diciembre y el horario de la sala es de 17:00 a 21:00 en la calle Antonio Maura nº 6 de Castellón.





Es curioso que una foto tan “simple” termine en una exposición sobre el territorio y la identidad, ¿no cree?

Para nada. Cuando hace unos meses me llamaron y me pidieron permiso para exponer públicamente esta fotografía, supe de inmediato que habían acertado de lleno. La exposición mezcla la identidad, el territorio y la propiedad. En la instantánea, podemos ver una vista aérea de una toalla en la arena, de unos 50 por 60 metros, y el espigón de la playa hace de mástil de lo que simboliza una bandera. Si nos paramos a pensar la simbología de la foto, entra muy bien en lo que busca la muestra porque, de alguna forma, cuando vas a la playa y colocas una toalla estás tomando en propiedad un espacio durante un tiempo determinado, como hacen las banderas.

 

¿En qué momento se dio cuenta de que la fotografía era su vocación?

Empecé a hacer fotografías porque mi padre también las hacía. Era aficionado a este mundillo y tenía cámaras por casa. Un día empecé a toquetearlas, y aquello llamó mi atención. Cuando acabé el instituto, no sabía muy bien hacia dónde tirar, pero gracias a una amiga descubrí que la fotografía también se podía estudiar como carrera. Por entonces, en España, no había muchas opciones: una escuela en Barcelona, algo de formación profesional… y descubrí que en Valencia, en el CEU, había una carrera que era “Fotografía e Imagen” y, gracias al esfuerzo que hicieron mis padres, pude estudiar lo que me apasionaba.

 

Y de ahí a ganarse el pan con la cámara…

Sí, me vino todo muy rodado. Empecé a hacer prácticas de fotografía de prensa en El Periódico Mediterráneo antes de terminar la carrera y, cuando acabé, entré en un estudio de fotografía industrial. Guardo un buen recuerdo porque en este estudio aprendí mucho. Ahí descubres que, para que salga una foto perfecta, tienes que coordinar todos los factores que entran en acción: exposición, iluminación, zoom, puesta en escena… son términos que, desde entonces, forman parte de mi día a día y los asimilé, más allá de la carrera, haciendo fotografías industriales.

 

Pero lo que verdaderamente es su vocación es la fotografía de prensa, ¿no?

Sí, tras un tiempo dedicado a la fotografía industrial volví a Mediterráneo, y además pasé por ABC, Las Provincias, As… y descubrí que lo que verdaderamente me llamaba la atención era contar historias a través de mis fotografías.

 

¿Considera que en su trabajo existe mucho intrusismo?

Sí, pero bueno, todo el mundo está en su derecho de hacer fotografías, y no tienen por qué ser peores, pero el objetivo de cualquier fotógrafo es y debe ser ofrecer un producto distinto al que circula habitualmente y, además, intentar siempre hacerlo mejor que antes.

 

La profesión de fotógrafo no atraviesa, precisamente, su mejor momento…

Claro que no pero, ¿acaso hay alguna profesión que vaya bien? También lo están pasando mal albañiles, maestros… En mi caso, son muchas horas dedicadas, sin apenas días libres y ganando poco dinero, pero con una gran satisfacción y cariño por lo que hago.

 

Por desgracia, según tengo entendido, hace unos meses le robaron todo su equipo en CEVISAMA, en Valencia, mientras trabajaba…

Sí, y tengo que reconocer que fue un palo muy duro. Como te decía antes, son muchas horas invertidas a cambio de muy poco beneficio, y si intentas día a día salir de ese “agujero” para ganar una estabilidad, lo que me pasó ese día me hundió y me estancó aún más. Realmente no llego a entender cómo me pudo suceder, porque siempre he sido una persona muy cuidadosa con el material y nunca lo dejo descuidado. Como te decía antes cada uno intenta, como puede, ganarse la vida y espero, al menos, que quien me robó mi equipo lo hiciera para dar de comer a sus hijos y no tuviera otros fines. No obstante, yo vivo de la fotografía, y a los pocos minutos de esta desgracia tuve que encargar un nuevo equipo, porque no te puedes quedar parado. Te toca hacer una inversión de 8.000 ó 10.000 euros porque tienes que seguir trabajando sin quedarte parado.

 


Cambiando de asunto, ¿cuál es la fotografía que más recuerda, más le ha marcado, más cariño tiene?

Cualquier fotografía de mis hijas. Tengo dos, e intento retratar mis mejores momentos con ellas. Eso en el plano personal, pero en lo profesional no sabría decir una en concreto, pero recuerdo en una carrera de motociclismo en Cheste como un piloto tuvo un fuerte accidente con otro compañero sobre ruedas que terminó fatalmente en una curva… y yo estaba en esa curva. Hice la foto que captaba justo el instante exacto del fatal accidente. Eran otros tiempos, ya que no existía, por entonces, la comodidad de hacer la foto y poder verla en la pantalla de la cámara: me tocó sufrir un atasco de dos horas en la salida del circuito, otra hora de viaje hasta la redacción y, una vez allí, media hora de revelado, pero ahí estaba una buena foto.

 

Y ahora, ¿cuáles son las tendencias que intenta implantar o sacar a la luz para hacer buenos productos?

Hay una técnica que se está poniendo ahora muy de moda que son las visitas virtuales, la fotografía 360 grados. Las panorámicas esféricas permiten recorrer todos los puntos de un espacio en una imagen, creando una sensación de realidad. Uniendo varios panoramas creamos un recorrido entre diferentes espacios que resulta muy versátil para el usuario web por su interactividad, y nos da la impresión de que te trasladas hasta ese lugar: un estadio de fútbol, un castillo…

 

Por último, su trabajo como fotógrafo en el FIB es algo totalmente distinto a la actividad que desempeña rutinariamente… ¿cómo es eso?

Por un simple motivo: la música es mi otra pasión. Siempre de dicho que si no hubiese sido fotógrafo me hubiera gustado ser músico. De hecho, estudié en el conservatorio varios años, pero finalmente me decidí por la fotografía. El FIB es algo sensacional, totalmente atípico, empecé hace casi diez años en una plantilla de varios fotógrafos hasta hoy, que la situación ha cambiado bastante. Comencé siendo un fiber más, y ahora podría ser el padre de todos ellos (ríe).

 Durante algunos días, la ciudad de Benicàssim se abre al mundo, y 300.000 personas de todos los rincones del planeta se acercan hasta un recinto que está a cinco minutos de mi casa para disfrutar de la mejor música. A mí me toca vivirlo en un puesto privilegiado, estás entre el músico o grupo de música y una gran masa de gente, y puedes captarlo todo. Creo que no hemos llegado a pensar, realmente, la importancia que tiene el FIB para la provincia de Castellón, y espero que no tengamos que perder este gran festival para aprender a valorarlo.

Más información sobre Pau Bellido: http://www.acf-fotografia.com/                @paubellidop